viernes, 2 de octubre de 2009

A propósito de la ley de medios

Como todo el mundo sabe, se está debatiendo el proyecto sobre la reforma a la Ley de Radiodifusión o, como la llaman algunos sectores de la oposición: Ley K.
Sinceramente es difícil ponerse a leer el proyecto que, convengamos, fue reformulado, así que dudo que las reformas figuren, pero es más que interesante ponerse a veer quiénes son los sectores que se oponen.
El grupo Clarín, a cuya propiedad responden los medios como TN o el mismo diario no hacen otra cosa que despotricar a troche y a moche, en defensa de la "libertad" de expresión. No digo que no haya que leer el proyecto y, a partir de allí, proponer los cambios, pero me parece mucho más interesante salir de esa trampa que es elegir por un si o un no al proyecto oficialista. Más interesante es, en primer lugar, preguntarnos si queremos que la actual ley, que viene desde la época de la dictadura, siga vigente. A partir de allí, el horizonte se despejaría un poco más. Algunos sectores, como ADEPA, en defensa de una supuesta libertad de expresión, atacan a todos los gobiernos que buscan desarticular el poder de los monopolios (algo difícil en un sistema capitalista). Resulta curioso ver que siempre que se ataca a determinados grupos, ADEPA sale a dar su opinión. Me resulta llamativo que, durante el menemismo, no haya dado una opinión al respecto. Clarín, junto a La nación, todos los sabemos (aquel que no lo sepa o no lo quiera recordar) siempre apoyaron a los distintos gobiernos de turno, a Videla, Menem, de la rúa, etc. Cuando ninguno de ellos les sirvió a sus intereses, comenzaron a ejercer su clásica política desestabilizadora.
También resulta llamativo que algunos sectores autodenominados progresistas o de izquierda disparen con sus municiones contra el proyecto y queden entrampados en la discusión que, reitero, está mal planteada. Pero, supongamos el caso de que tenga que emitir una opinión, primero me fijo en quienes están en contra: Menem, Vila, de Narváez, Felipe Solá. Es entonces que decido que en esa vereda no quiero estar.
Con esto no quiero decir que los K sean unos santos, ya que ellos vivieron - y muy bien- gracias al menemismo. Sin embargo, en este caso, me parece que está bien tirar abajo la ley de Videla. Me parece un despropósito lo que dijo Daniel Vila, quien comparó al gobierno con la dictadura militar.
Disculpen mi posición, pero me parece que, en esta, apoyo al gobierno.
PD: Es un milagro aparte el que haya escrito algo en mi blog, luego de tanto tiempo!!!!

viernes, 5 de junio de 2009

Sigamos mintiendo

El título es un gancho. A pesar de las dudas y del qué dirán, quiero enviar mis más sinceros saludos a todos/as aquellos/as que intentan informar lo que se puede. Por qué lo que se puede?. Porque algunas veces tenemos que dejar de lado nuestras ideas y convicciones en pos, no esta vez de la verdad, sino de un sueldo. Les aseguro que esto es así y ningún medio queda exento A mí me tocó sufrirlo hoy. Incluso, la página 7 de el periódico habla de las cosas que uno debe hacer para ganarse unos miserables mangos, pero también sirven para ponerse a prueba a uno mismo. Mis amigos y amigas conocen de mi historia y, creo, comprenderán y se imaginarán las veces que me tuve que tapar la nariz para entrar a la sede de Fuerza Republicana y entrevistar a Ricardo Bussi. Una vez, mi amigo chukulo me preguntó: "si te toca entrevistar a Bussi (aunque, creo, no especificó a cuál de ellos), vos, ¿qué hacés?". A lo que le respondí: "lo hago". Juro que, antes de ingresar a ese lugar, me acordé de esa pregunta. Pero, cuando ingresé, me olvidé de todo y me puse a laburar. Feliz día del periodista, compañeros y compañeras.

lunes, 1 de junio de 2009

El sábado salió publicada una nota mía en el epriódico acerca de la "vida" en los call centers. Tal vez suen un poco a lobby, pero estaría bueno que lo lean y lo difundan, es espantoso lo que sucede en ese lugar.
Señor empresario: si quiere ganar dinero, sin tener que arriesgarse a una protesta por parte de los empleados, venga a Tucumán, hable con José y pídale, encarecidamente que le dé una mano para alquilar y pagar un local. Acto seguido instale un call center, total lo pagarán los tucumanos.
Informa: gobierno de Tucumán; estamos tercerizando, hay mucho por hacer...
PD: esta nota iba a ir con un video, que saqué de youtube, pero no lo pude subir. Por cualquier duda, aquí les dejo anotada la dirección: http://www.youtube.com/watch?v=BbM4UKw5jX0

jueves, 21 de mayo de 2009

Detrás del cristal

"No siempre se esconde un villano detrás de un antifaz", dijo el famoso llanero solitario. Uno de los temas recurrentes con mente ridicula y con mi gran amiga gaby es la impunidad que te da utilizar un par de lentes. Más allá de ser medio chicato o no, resulta complicado que te pare la policía por portación de cara. Es más, uno termina pareciendo un tipo serio, un intelectual o más bien, un boludo. Sin embargo, detrás de los lentes se pueden esconder muchas facetas de la personalidad de uno. Por ejempo, uno puede cometer el más terrible de los robos o asesinatos y salir caminando como si nada. O vender un par de cigarritos, en fin, son varias las cosas que uno puede hacer detrás de los lentes. La única contra es que los amigos de lo ajeno pueden pensar que estás bañao en guita y te pueden afanar hasta los lentes, pero para evitar eso hay que estar siempre atento.

martes, 12 de mayo de 2009

promesa

Hoy por hoy no me interesa ni la gripe porcina, ni la crisis económica mundial, ni el dengue. Tampoco pasan por mi cabeza las miles de personas que realizan procesiones pos la paz mundial o para que se vayan los ingleses de las malvinas. Hay una sola cosa que me tiene preocupado: por favor, que el santo no descienda!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me imagino que, como yo, existe una larga fila de promesas que ya se deben haber realizado para que nos quedemos en primera. Desde ir caminando hasta catamarca en diciembre (la más común), hasta votarlo al ruso en estas elecciones, o voltearse un puto, o caminar de rodillas por todo el largo de la cancha....a mí no se me ocurre alguna promesa, tal vez será que dejaría de escribir boludeces en este blog...

martes, 5 de mayo de 2009

Los medios te vacunan

Bueno, parece que los medios de comunicación descubrieron la vacuna contra el dengue. Es mentira que el dengue no tiene cura. No se fijaron en la prensa que ahora el H1N1 o influenza A, o gripe porcina copó las portadas y las páginas de cuanto medio de comunicación haya en esta bendita provincia?. Con esto de la gripe porcina ya nadie habla del dengue. En fin, son las grandes vacunas del siglo XXI.
Otro antídoto que se estrenó hayá por el 2003, si mal no recuerdo, fue el tema de la desnutrición infantil, ya nadie se acuerda de Barbarita, parece que Lanata (tipo al que respeto), ya resolvió el problema. Entonces ahora, con el gobierno nacional y popular, desapareció la pobreza y el hambre... o los desaparecieron?.
Si seguimos haciendo memoria, no nos olvidemos de los propóleos truchos, que mataban a la gente. Mientras los medios nos vacunaban mostrando que las abejas eran unas asesinas, Menem andaba traficando armas con Ecuador y con Croacia.
El cólera desapareció???....la leptospirosis no existe????....y cuantas otras "patologías" que, por supuesto, según el gobierno, no tienen nada que ver con la pobreza...en fin...

viernes, 1 de mayo de 2009

Feliz 1º de mayo a mis amigos

Esto que escribo es algo muy simple, sin metáforas ni nada por el estilo, ya que no hace falta ser poético o lo que sea para saludar a la gente que se mata laburando.
Hoy es el día de todos los laburantes, los que día a día intentan sacar al país adelante, más allá de algunos mala onda que no quieren que las cosas cambien. Mis más sinceros saludos para los laburantes que, más allá de su puesto, se rompen el lomo para llevar unos mangos a sus casas. Saludos para mi gran amigo chukulo helpame, para el corcho, para mente ridícula, etc, etc, etc. Y también para aquellos que estamos de vacaciones obligadas pero que no por eso no somos laburantes también. Muchos saludos y muchas felicidades, sigan así muchachos y muchachas...

viernes, 24 de abril de 2009

Recuerdos

Esta es una sección homenaje a la vieja y querida revista Humor, una de las publicaciones más interesantes que ví. La revista Barcelona actualmente quiere parecerse a ella. Había una sección que se llamaba Los Insufribles. Es por esto que vamos a intentar hacer algo parecido, pero un poco actualizado, espero que agreguen más ustedes, queridos lectores.

1. Los que suben al colectivo y se fijan si el boleto es capicúa.
2. Los que, una vez fiscalizado que el boleto, desgraciadamente no es capicúa, comienzan a hacer cuentas, sumas y restas para obtener alguna inicial y determinar el nombre del amor de sus vidas.
3. Los que, una vez que siguieron los dos pasos anteriores se ponen a leer el mensaje que tiene el boleto al dorso.
4. Los que, además de todos los anteriores pasos, anotan esas frases.
5. Los que, al recibir un mensaje de texto al celular que dice, por ejemplo "Estoy yendo a verte", te responden "Bueno".
6. Los que intentan escuchar un CD al revés, con la intención de escuchar mensajes satánicos.
7. Los, ahora llamados floggers, que no saben que el primer personaje que utilizó ese peinado fue Francisco Narciso Laprida.
8. Los que saltan de alegría cuando descubren las coincidencias de su signo del zodíaco.
9. Los políticos que, en épocas de elecciones andan besando a todo el mundo.
10. Los que, escudándose en una falta de dindero, llevan a la esposa, al hijo, al perro y al loro, en el tanque de la moto.
11. Los que usan el casco para no romperse el codo.
12. Los motociclistas.
13. Los periodistas de Canal 10 que, ahora, opinan sobre cada noticia que informan.
14. Canal 10.
15. Los hinchas de San Martín que dicen que quieren que Atlético suba a la A
16. Los hinchas de Atlético que quieren que San Martín no descienda.
17. Los que celebran el triunfo de Pigu Romero en el golf, como si después los invitará a un asado.
18. Los "biólogos" que saben la vida y obra del Aedes Aegypti.
19. El Aedes Aegypti.
20. Los repelentes caseros, como la borra del café, el jugo del limón o la bosta del gallo a las tres de la mañana.
21. Los católicos, amantes de la vida, que ahora piden la pena de muerte.
22. Los que ya vieron 17 veces un capìtulo de Los Simpsons y encima, preparan los pochoclos para una décimo octava vez.
23. Los que intentan fumarse un ceibal, pensando que tiene efectos alucinógenos.

sábado, 18 de abril de 2009

Basta de Alfonsín

Hoy, mientras leía La Gaceta, en la página 2 salió una foto de la convención radical. Al costado de donde se encontraban los dirigentes de la UCR había una bandera que decía: "Somos el juicio a las Juntas". Es evidente que me vinieron a la cabeza muchos recuerdos de esos momentos. Porque, convengamos, ¿no están cansados de que sigan rompiendo las bolas con Alfonsín?. Que "el padre de la democracia", "que el político honesto" y toda una cantidad impresionante de boludeces.
Sin embargo parece que a estos muchachos radicales se les olvidó hacer otra bandera donde diga, por ejemplo, que también son el Punto Final y la Obediencia Debida. Otro cartelito podría decir, "Somos los pollos de Mazzorín", o "somos la hiperinflación". En fín, son varias las cosas que se podrían poner en esa convención, que no sé si conviene hacerlo.
Por favor, BASTA DE ALFONSIN, ya se murió, kaput, está tocando el arpa, o lo que sea. Seguramente, en el cielo no debe estar porque, como todo hincha de Independiente, debe estar en el infierno...si es que existe. Como si esto fuera poco, la otra vez salió la hebe de bonafini a criticarlo al Alfonso. Y resulta que no se lo puede criticar...por favor!...en un par de años pongamos su cara en un bono de diez pesos (falta poco para uelvan las cuasimonedas) y dejemos de joder...
Para colmo ahora salen todos los agentes residuales de los ochenta, los noventa y los primeros años de este siglo. Sino fíjense: Atanasoff, Cavallo, Duhalde, Bullrich, etc. Son los mismos que hundieron a la Argentina que, ahora, se hacen, todos, los defensores de la legalidad y otra sarta de pelotudeces. Obviamente que el gobierno no queda excento de esto, ya que el pingüino es hijo dilecto del cabezón.
Bueno, tenía que escribir esto, porque me quería sacar la bronca con tantas sandeces.
Por último, ayer pasé por el parque y vi unos árboles que se ubican a lo largo de la Benjamín Aráoz (la avenida de la facultad de filo)...se llaman, según una amiga, ceibales...por favor, no intenten fumarse alguna de esas vainas porque te dejan una sensación medio a mierda en la boca...se los digo por experiencia, sino, que mente ridícula me contradiga....

domingo, 12 de abril de 2009

El ciclo de la vida

No recuerdo cuántos años pasaron ya, sólo que el orgullo de ser tu creador hace que te valore cada día más.
Sinceramente no entiendo a esa gente que te persigue, como si fueras un delincuente. habría que denunciarlas ante el Inadi, por discriminación. En este país, la discriminación va de la mano de la intolerancia. Cada vez que alguien reconoce ser un tu seguidor, las voces de los "lores" de la sociedad están para atacarte.
Recuerdo cuando te encontré. Pensé que no ibas a resistir. Estabas muy deteriorada, el maltrato y el abandono de tus antiguos dueños llevó a que se te notaran los signos de la desnutrición; qué flaca eras. Pasaron apenas siete días y con amor y cuidados intensivos logré que fueras sanando.
Un "amigo" me dijo que te deje, que no valía la pena, que ya eras cadáver. Menos mal que no le hice caso, ahora debe estar mordiéndose sus palabras. ¿ Será posible que cuando alguien está en un estado calamitoso, hasta los defensores de la vida miran para otro lado?.
Muchas cosas vivimos desde que comenzaste a revivir. me siento como el Mesías y vos cual Lázaro que vuelve de la muerte. Quisiera contarte que, ahora que estás grande y después de todo lo que hice, corresponde que hagas algo por mí.
Así que espero que no te moleste el verme con estas tijeras. Es que no puedo contenerme, es algo mucho más fuerte que yo. Lo siento, no me mires así, al fin y al cabo ¡soy yo el que te devolvió la vida!. Entregame sólo una parte, una parte nada más.
Fue en ese momento que saqué un papel de entre mis cosas y comencé a envolver lo que quedaba de ella. Lo hice con mucho tacto, no había que dejar huellas, nada debía caer al suelo, de lo contrario las consecuencias serían peores, ya que el recuerdo de lo que fue y no volverá a ser me atormentará aún más.
Una vez logrado mi objetivo, como por arte de magia, apareció un encendedor de entre mis manos. Le prendí fuego y comencé a fumarla. Llegado el casi final, armé una tuquera y la terminé de matar. Juro que nada quedó de ella y admito que nada será igual.
A la semana siguiente conseguí otra semilla, que descansa en el fondo de mi casa y, otra vez, el ciclo de la vida volverá a repetirse.

jueves, 9 de abril de 2009

Próceres

Esta es la historia de unos personajes considerados divos o divas de la farándula argentina. En primer lugar la encontramos a Moria "nunca un pete militar" Casán: la susodicha es una mujer (¿es una mujer?) que, además de no ser ese su verdadero apellido, reivindica a los milicos. Se vé que, luego de chuparle la pija a los milicos, ahora que no existe el servicio militar, está un poco apesadumbrada y se dedica a hablar pelotudeces por cuanta cámara de televisión tenga al frente.
Susana "dinosaurio vivo" Giménez: otra, que porque lo mataron al florista que le vendía las amapollas para seguir diva-gando por cuanto medio de "comunicación" se le presente.
Marcelo "afana tierras" Tinelli: lo único que sabe hacer, para no morir es mostrar unos cuantos culos y unas cuantas tetas. Sé que está bueno ver a un par de gatitos bailando por un caño (yo primero me fumo un caño y después me pongo a bailar), pero no olvidemos que este personaje saltó a la fama gracias a su amigo Carlos Saúl M...(hay que tocarse un huevo antes de nombrarlo).
Y por casa cómo andamos?...
Mercedes "ganá algo en tenis y dejá de robar cámara" Paz: no entiendo cómo puede ser que esta fracasada, que lo único que tiene es guita, sea reconocida por las tenistas.
Juan "sí José" Manzur: este sí que es un caso paradigmático. Nunca se lo escucha decir nada, sin antes consultar con el dueño de Tucumán. Como no quiero plagiar a nadie, los invito a leer el excelente post de mi amigo chukulo sobre este personaje.
Bueno, luego de escribir la boludez del día, quisiera preguntar cuándo vamos a poner muros en los country de la bombilla, el sifón, el triángulo, etc?...no es que quiera copiar al intendente de san isidro, pero estaría cool saber que ahora, esos abrrios pasarían a llamarse: The Bombilla's, the Sifon (se pronuncia de saifon), o the triangle...lo dejo para el análisis...

domingo, 5 de abril de 2009

El dengue y la cannabis

Anoche fui con mis dos queridas amigas, mariana y gaby, a una fiesta en la zona del Abasto y, la verdad, que estuvo buena la joda. Me tocó ser moledor (no demoledor) de una piedrita. En ese momento de delirios y cuelgues, me vino a la cabeza el tema este del dengue. Es un embole de la gran puta que venga un mosquito de mierda, te pique y encima, que te cagués muriendo. Mientras picaba esa piedrita, se me pasó por la cabeza un delirio. Vieron que la prensa utiliza mucho el término "picadura de marihuana"?. Pues bien, la pregunta es la siguiente: cómo será que venga una cannabis y te pique?. Será jodido?. Deliremos un poco.
Si un bicho de mierda te pica, según la prensa también, te salen unas ronchas (como debe ser) y es posible que tengas dengue. En cambio, cómo serían las ronchas y/o manchas ante la picadura de una cannabis?. Otra. Si un mosquito de esos, los aede aegipty (así se escribe?), te pica por segunda vez, te puede agarrar un dengue hemorrágico y te cagás muriendo. Lo que digo no es un delirio. Unas mujeres chaqueñas, de estar afinando el arpa, ahora lo están acompañando a Alfonsín. Ahora, si te pica una cannabis, te ponés de fiesta y, si te pica otra cannabis, la fiesta es mayor. Si te pica un dengue, no sabés si tenés gripe y, para colmo, ni con una aspirina se te pasa. Si te pica una cannabis, el diagnóstico sería el siguiente: no hay gripe.
Bueno, me dejo de delirar un poco ya que estoy medio cansado de boludear.
Una voz (será la voz del interior?) me dice que el viernes también estuve en una joda pero, la voz me dejó de joder cuando le pregunté, con mi mejor cara de boludo: ¿QUÉ FIESTA?. Porque hay que reconocerlo, ( tengo testigos), lo màs divertido que pasó el viernes,fue ver un frasquito de OFF en aerosol, por temor al dengue, me imagino. Pues bien, parece que los que estaban allí, salvo dignísimas excepciones, fueron enviados desde el chaco, o me equivoco?.

viernes, 3 de abril de 2009

Reflexiones sin demagogia

Quiero rescatar este texto escrito por Osvaldo Bayer, uno de los escritoresa quien más respeto; salió publicado en Página 12

Tengo 82 años y nací justo tres semanas antes que Alfonsín. Es decir que viví todos los mismos tiempos históricos. La Década Infame durante la niñez, el golpe del ‘43 a los 15 años y el primer peronismo a los 18. Y todo lo demás. Las tristes realidades argentinas pero siempre las esperanzas al comenzar de nuevo.
¿Qué pienso de Alfonsín? Empecemos por el lado bueno. Es uno de los pocos presidentes a los que no se le puede reprochar ningún negociado ni enriquecimiento en provecho propio. Eso ya es algo, en la Argentina.
En lo demás tal vez sea muy duro, pero es que viví parte de mi vida en Alemania, principalmente en la posguerra, y tal vez esperé de Alfonsín –después de la dictadura de la desaparición– una política parecida a la del posnazismo en Alemania, donde el pueblo alemán demostró haber aprendido, por fin, la lección para siempre. Nunca más ni el militarismo ni las guerras ni el racismo ni el totalitarismo.
Cuando regresé de mi exilio pensé que la Argentina iba a iniciar el mismo camino de autocrítica, luego de la larga cadena de dictaduras militares y del haber sido escenario de la “Muerte argentina”, como se conoce en el exterior al sistema de la desaparición de personas, la tortura bestial de los prisioneros, su muerte final –como el ser arrojado con vida desde aviones al río– y el robo de sus niños.
No, no fue así. Empezó el tire y afloje. Mi primera decepción fue cuando Alfonsín y su partido no propugnaron la comisión bicameral investigadora de los crímenes militares –como tendría que haber sido– sino que cargó esa responsabilidad en una “comisión de notables” elegidos a dedo. Algunos de los cuales habían sido colaboracionistas de los dictadores o, por lo menos, sonrientes concurrentes a audiencias de los verdugos. Bien, sí, algo hizo la llamada Conadep porque por lo menos se recogieron acusaciones. Pero no se cumplió con la investigación a fondo que podría haber tenido –por su responsabilidad– una comisión bicameral. Para luego pasar al juzgamiento de los responsables mayores.
Se hizo entonces el juicio a los comandantes, pero limitado a eso, a los responsables pero no a los centenares de ejecutores. Y esos responsables fueron a parar a “countries” cercanos a un penal militar, entre jardines y con la visita diaria de sus familias. Luego, el levantamiento de carapintadas y el presidente que va en helicóptero al cuartel a “parlamentar” con los que volvían a levantarse con sus armas contra el poder elegido por el pueblo. En vez de resistir con el pueblo, no, fue a parlamentar. De ahí salieron las humillantes palabras para todos los que estábamos en Plaza de Mayo dispuestos a defender la democracia hasta sus últimas instancias, que quedarán para la historia de las renuncias argentinas: “La casa está en orden”, “Felices Pascuas”. Y de inmediato las leyes que avergonzarán para siempre al Congreso Nacional, de obediencia debida y punto final. Votadas por los representantes de la Unión Cívica Radical.
En otras palabras: libertad incondicional para todos los uniformados de la picana eléctrica y la desaparición. La democracia se había puesto de rodillas ante los criminales desaparecedores. Eso fue imperdonable. Como lo fue también un hecho de ese gobierno: el mantenimiento en la cárcel hasta cumplir con sus condenas de los presos políticos que habían sido condenados por los jueces de la dictadura. Yo los visité hasta bien entrado el año ’88. Fui, me acuerdo, con la actriz noruega Liv Ullmann a Devoto. Allí estaban, eran cuatro. Y nos juraron su inocencia y nos relataron las torturas bestiales a que habían sido sometidos por esos “jueces” de la dictadura a los que el gobierno de Alfonsín no dejó cesantes como tendría que haber hecho. Y el otro acto que nos llenó de tristeza y pesimismo fue la brutal represión ordenada por el gobierno radical contra los invasores de La Tablada. En vez de seguir el consejo del jefe de policía de aquel entonces, de sitiar el cuartel y rendirlos por hambre, envió nada menos que al peor represor que había actuado en Mar del Plata, autor de la trágica Noche de las Corbatas, que llevó a la desaparición de todos los abogados de derechos humanos de esa ciudad. Ese señor general invadió el cuartel de La Tablada con bombas de napalm, gases y fuego cruzado de ametralladoras. La masacre fue evidente: murieron soldados que se hallaban en el cuartel, guerrilleros y hasta se dieron el lujo los militares de haber hecho “desaparecer” a unos cuantos de los jóvenes invasores. La comisión de derechos humanos de la OEA criticaría después abiertamente al gobierno de Alfonsín por ese ataque y por haber sido los acusados mal juzgados, sin los resguardos pertinentes. Y, para no extenderme, el final. El haber abandonado el gobierno cinco meses antes de terminar su mandato, para dejarle el “muerto” económico a Menem. Ningún estadista elegido por el pueblo debe hacer una cosa así. Tiene el deber de demostrar su sentido de la responsabilidad hasta último momento. Por algo el pueblo, después de Alfonsín, cambió de rumbo y volvió a votar al peronismo. Y tuvimos que aguantar diez años a Menem y su saqueo por el Pacto de Olivos, un arreglo de comité que acentuó el personalismo en nuestro país.
No logramos, después de la dictadura de la desaparición, la democracia que deberíamos haber implantado tras las trágicas enseñanzas de nuestro país tan humillado. Escribo esto para llamar a la realidad y no mentirnos en un falso “respeto por los muertos”. Debemos pensar también en los otros muertos, en aquellos que dieron su vida por más justicia en una democracia. Pensar que, desde aquel diciembre de 1983, no hemos cumplido con el principal mandato de una auténtica democracia: un país sin niños con hambre, un país sin villas miseria, un país sin desocupados.

jueves, 2 de abril de 2009

Un estudio antropológico

Para romper un poco con la rutina, publico este texto, basado en un estudio antropológico.
Claude Lévi-Straussm cuyo apellido nada tiene que ver con alguna marca de pantalones de jeans, es un antropólogo francés que aportó mucho para el estudio de la culturay de las comunidades.
Una de las enseñanzas que aporta la antropología, para realizar un estudio de campo, sobre alguna comunidad determinada (puede ser una tribu aborígen o una tribu urbana) es que debe, el investigador, tomar contacto con el objeto de estudio, al menos 2 años.
Pues bien, en 1958 un científico argentino, Alberto Rex González (estudió sobre los aborígenes en el NOA), quiso demostrar la veracidad de esa momento, hipótesis. Viajó a una tribu de caníbales, en el Africa y permaneció un poco más de dos años. Al comienzo tuvo innumerables problemas para comunicarse con los primitivos habitantes del lugar, debido a que ambas partes desconocían el idioma del otro. Más allá de las dificultades, el científico anotaba en un cuaderno todo lo que acontecía en esa tribu. Fue un milagro, hay que decirlo, que los habitantes de ese lugar no lo hayan utilizado como aperitivo para un almuerzo o una cena. Pues bien, pasaron seis meses y el investigador no obtenía los resultados que pretendía. Sin embargo, seguía firme en su tesitura de que debían pasar dos años para poder ver algunos avances en el estudio.
Un año después de llegado al continente negro, el único adelanto que pudo percibir, fue que los caníbales no lo miraban como un extraño, aunque solamente le sonreían, como una señal de saludo. Rex González, amante del tango, dudaba de esas sonrisas, ya que no cabía el significado de las mismas. Todas las conjeturas que se podrían hacer, quedaban de lado.
Finalmente pasaron los dos años y, totalmente desilusionado, preparó sus cosas y se dispuso a volver a la civilización, a su querido país, a escuchar un buen tango, mientras toma unos mates.
Pero, como en las pelìculas, pasó lo impensado: uno de los aborígenes se le acercó y, en un perfecto español, lo invitó a acompañarlo a un lugar separado del centro urbano. González, sin salir de su asombro, lo siguió por un sendero rodeado de grandes árboles, y asediado por los mosquitos, hasta que llegó a un solar. Si, el escuchar el español del caníbal lo sorprendió, lo que vió al final de ese sendero, terminó por impactarlo. Un anfiteatro, similar al utilizado en las principales ciudades del mundo, se erigía en el medio de ese lugar. González sacó su anotador y´, maravillado, comenzó a describir lo que veían sus ojos.
Em el medio del anfiteatro estaba sentado un negro, con un bandoneón entre sus piernas, mientras, quizá en honor al argentino que se iba de allí, tocaba el tango Volver. Y fué aquí donde surgió un diálogo, que está en uno de sus grandes obras científicas "Recuerdos del Africa: la importancia del trabajo de campo en la antropología". El diálogo fue el siguiente:
"-¿Qué es este lugar?- dijo el científico
-...- fue la respuesta
-¿Por qué nunca me dijeron que hablaban el español?
-¡¡¡¡Shhhhh!!!!-
-¡Necesito respuestas, por favor!
-Cuando termine la función- le contestó un aborígen
-Pero, por favor, quién está tocando ese bandoneón?- atinó a preguntar
y la respuesta no se hizo esperar: Es Kanibal Troilo"

Esa es la historia del gran investigador Alberto Rex González, espero que les haga reflexionar, mis estimados lectores, sobre la importancia de la antropología.

sábado, 28 de marzo de 2009

El gran Woody Allen

Mi querido Vardebedian:

Hoy tuve el gran disgusto, al revisar mi correspondencia de esta mañana, de comprobar que mi carta del 16 de septiembre, que contenía mi vigésimo segundo movimiento (caballo cuatro rey), me había sido devuelta debido a un pequeño error en el sobre –precisamente, la omisión de su nombre y residencia (¿cuán freudiano puede uno llegar a ser?)-, amén de olvidar el sello. Nadie ignora que últimamente he estado un tanto desconcertado debido a una irregularidad en la Bolsa y, pese a que ese día, el 16 de septiembre, la culminación de una prolongada caída en espiral hizo volar las acciones de Antimateria Amalgamada de la tabla de cotizaciones y redujo de un solo golpe a mi agente de seguros a una auténtica piltrafa, no tengo excusas para mi negligencia y monumental ineptitud. Metí la pata. Perdóneme. El hecho de que usted no se percatara de que faltaba una carta indica igualmente cierto despiste de su parte, que yo, por la mía, atribuyo a su impaciencia, pero Dios sabe que todos cometemos errores. Así es la vida. Y el ajedrez.

Pues bien, aclarado el error, debo hacer una pequeña rectificación. Si usted tuviera la amabilidad de transferir mi caballo al cuarto escaque de su rey, pienso que podremos seguir adelante con nuestro pequeño juego de modo más exacto. El anuncio de jaque mate que usted me hiciera en su carta de hoy, creo que es, con toda honestidad, una falsa alarma, y, si usted vuelve a examinar la posición a la luz del descubrimiento de esta mañana, se dará cuenta de que su rey es el que está próximo al mate, expuesto y sin defensas, un blanco inmóvil para mis alfiles depredadores. ¡Irónicas son las vicisitudes de esta pequeña guerra! El destino, oculto en alguna oficina de correos extraviada, crece omnipotente y -¡voilà!- la suerte ha dado una voltereta. Una vez más, le ruego que acepte mis más sinceras excusas por este infortunado descuido y quedo, ansioso, a la espera de su próximo movimiento.

Le adjunto mi cuadragésimo quinto movimiento: mi caballo se come a su reina.

Atentamente,

Gossage



Gossage:

He recibido esta mañana su carta relativa al movimiento cuarenta y cinco (¿su caballo se come a mi reina?) y asimismo su prolongada explicación acerca de la elipsis de mediados de septiembre que sufriera su correspondencia. Veamos si le comprendo correctamente: su caballo, al que yo retiré del tablero hace ya unas semanas, debiera estar, según ahora afirma usted, en el cuarto escaque del rey a consecuencia de una carta perdida en correos hace veintitrés movimientos. No estaba al tanto de que hubiera ocurrido semejante percance y recuerdo perfectamente, cuando usted llevó a cabo su vigésimi segundo movimiento, que fue su torre a seis dama, la que luego quedó fuera de combate durante un gambito suyo que fracasó trágicamente.

En este momento, el cuarto escaque del rey está ocupado por mi torre y, como usted no tiene alfiles, pese a la carta perdida en correos, no alcanzo a comprender qué pieza piensa utilizar para comerse a mi reina. A lo que, creo, usted se refiere, dado que la mayoría de sus piezas están bloqueadas, es a solicitar que mueva su rey a cuatro alfil (su única posibilidad), arreglo que me he tomado la libertad de hacer, por lo que contraataco en el movimiento de hoy, mi cuadragésimo sexto. Me como a su reina y dejo a su rey en jaque. Ahora su carta queda aclarada.

Pienso que los últimos movimientos del juego podrán llevarse a cabo con sobriedad y presteza.

Suyo,

Vardebedian



Vardebedian:

Acabo de leer su última nota, en la que me comunica un estrambótico movimiento cuarenta y seis por el cual usted saca a mi reina de un escaque por el que desde hace once días que no ha pasado. Por medio de un cálculo paciente, pienso que he encontrado la causa de su confusión y falta de comprensión de los hechos, sin embargo, evidentes. Que su torre esté en el cuarto escaque del rey es algo tan imposible como dos copos de nieve idénticos; si usted se remite al movimiento noveno del juego, comprobará que hace ya mucho que perdió la torre. Fue evidentemente aquella arriesgada misión suicida la que deshizo su frente de ataque y le costó ambas torres. ¿Qué hacen, pues, en el tablero en este momento?

Para su consideración, le ofrezco mi versión de lo sucedido: la intensidad de los intercambios salvajes y precipitados del vigésimo segundo movimiento le dejaron en un estado de leve distracción y, en la ansiedad que sintió por mantenerse en sus cabales en ese momento, no se percató de que no llegaba mi carta y, en cambio, movió sus piezas dos veces otorgándose de ese modo una ventaja injusta, ¿no le parece? Este incidente ya pertenece al pasado, y deshacer nuestros pasos sería tediosamente dificultosos, por no decir imposible. En consecuencia, considero que la mejor manera de rectificar todo este asunto es permitirme la oportunidad de hacer ahora dos movimientos consecutivos. Lo justo es justo.

Por lo tanto, en primer lugar, como su alfil con mi peón. Luego. Como este movimiento deja a su reina sin protección, también se la como. Pienso que ahora podemos proceder a los últimos movimientos sin dificultades.

Atentamente,

Gossage

P.S. Le adjunto un diagrama que muestra de forma exacta cómo está el tablero en este momento después de la última jugada. Como puede ver, su rey está atrapado, sin protección y solitario en el centro. Saludos.

G.



Gossage:

Ayer recibí su última carta y, pese a que era levemente incoherente, creo comprender el motivo de su devaneo. Después de haber estudiado el diagrama que adjunta, me resultó obvio que en las últimas seis semanas hemos estado jugando dos partidas de ajedrez absolutamente distintas (yo, de acuerdo con nuestra correspondencia; usted, según unas normas muy sui generis en lugar de hacerlo según el sistema racional adoptado por todos). El movimiento del caballo, que supuestamente se extravió en correos, hubiera sido imposible en el vigésimo segundo movimiento porque, en aquel momento, la pieza estaba en la esquina de la última fila, y el movimiento que usted describe lo hubiera enviado sobre la mesa del café, al lado del tablero.

En cuanto a permitirle llevar a cabo dos movimientos consecutivos para recuperar el que supuestamente se extravió en correos, sin duda es una broma de su parte, amigo mío. Aceptaré el primer movimiento (usted come mi alfil), pero no puedo permitir el segundo y, como es mi turno, contraataco comiéndole su reina con mi torre. El hecho de que usted me comunique que no tengo torres significa muy poco en realidad, porque sólo necesito echar un vistazo al tablero para verlas vivas en plena batalla, rebosantes de astucia y vigor.

Por último, el diagrama que usted fantasea que es igual al tablero pone en evidencia que ha recibido mayor influencia de los Hermanos Marx que de Bobby Fischer y que, si bien es astuto, poco dice en su favor después de la lectura de El ajedrez según Nimzowitsch que usted se llevó de mi biblioteca el invierno pasado oculto debajo de su abrigo de alpaca. Le sugiero que estudie el diagrama que le adjunto y que reajuste su tablero según esas indicaciones; así quizá, podamos terminar el juego con cierto grado de precisión.

Confío en usted,

Vardebedian



Vardebedian:

Sin intención de prolongar un asunto, ya de por sí confuso (sé que su reciente enfermedad ha dejado su estado de salud, por lo general robusto, un tanto debilitado, provocando a veces la pérdida de todo contacto con la realidad), debo aprovechar esta oportunidad para deshacer el sórdido laberinto de circunstancias antes de que progrese de forma irrevocable hacia una conclusión kafkiana.

De haber sabido que usted no era lo suficientemente caballero como para permitirme recuperar el segundo movimiento, no habría, en mi movimiento cuarenta y seis, permitido que mi peón se apoderara de su alfil. De hecho, según su propio diagrama, estas dos piezas están ubicadas de tal forma que lo hace imposible, obligados como estamos a las normas establecidas por la Federación Mundial de Ajedrez y no por la Comisión de Boxeo del Estado de Nueva York. Sin poner en duda que su intención fue constructiva al coger a mi reina, ahora afirmo que sólo se puede llegar al desastre cuando usted se arroga el poder arbitrario de la decisión y empieza a actuar como un dictador, enmascarando los errores tácticos con equívocos y agresiones (una costumbre que usted mismo condenó en nuestros líderes mundiales en su monografía “De Sade y la no violencia”).

Por desgracia, ya que el juego se ha detenido, no me ha sido posible calcular con exactitud dónde debería colocar el alfil cogido por error; sugiero que lo dejemos en manos de los dioses: cierro los ojos y lo coloco sobre el tablero, si ambos aceptamos el lugar fortuito en que puede aterrizar. Debo agregar un elemento vital a nuestro encuentro. Mi movimiento cuarenta y siete: mi caballo se come a su alfil.

Atentamente,

Gossage



Gossage:

¡Qué extraña su última carta! Bien intencionada, concisa, y, sin embargo, con todos esos elementos que podrían pasar, en ciertos cenáculos intelectuales, por lo que Jean-Paul Sastre describió, tan brillantemente como la “nada”. A uno le embarga de inmediato una profunda sensación de desesperanza, algo así como los diarios de los exploradores moribundos y perdidos en el Polo, o las cartas de los soldados alemanes en Stalingrado. ¡Es fascinante comprobar hasta que punto puede desintegrarse la razón cuando se enfrenta a una siniestra verdad ocasional y huye en desordenada retirada para mejor materializar un espejismo y construir defensas precarias contra el asalto de una realidad demasiado terrible!

Tal como están las cosas, amigo mío, acabo de pasar casi toda la semana tratando de aclarar el ovillo de pretextos lunáticos que conforman su correspondencia en un esfuerzo por ajustar el asunto y lograr que nuestra partida finalice simplemente de una vez por todas. Su reina no existe. Dígale adiós. Lo mismo sucede con sus torres. Olvídese por completo de uno de sus alfiles porque yo ya me lo comí. El otro está situado en una posición tan desoladora, lejano y ajeno a la acción principal, que no cuente con él, o se llevará un disgusto que le partirá el corazón.

En cuanto al caballo, que usted perdió sin solución pero que se niega a ceder, lo he colocado otra vez en la única posición concebible, permitiéndole de ese modo la más increíble de las heterodoxias desde que, hace ya tiempo, los persas se sacaran de la manga este pequeño pasatiempo. Está en el séptimo escaque de mi alfil y si usted, durante el tiempo suficiente, puede mantener en orden sus alteradas facultades, se percatará de que esta pieza codiciada bloquea ahora el único camino que tiene su rey para escapar a mi irresistible movimiento en forma de tenaza. ¡Qué ironía! ¡Su conspiración egoísta se ha resuelto en ventaja para mí! ¡El caballo, fascinado, regresa al campo de batalla y torpedea su final de partida!

Mi movimiento es alfil cinco caballo, y predigo jaque mate en un solo movimiento.

Cordialmente,

Vardebedian



Vardebedian:

Es obvia que la constante tensión nerviosa, además de su desgaste de energía en defender una serie de torpes y desesperanzadas posiciones de ajedrez, ha terminado por desbarajustar la delicada maquinaria de su aparato psíquico y ha hecho que su comprensión de los fenómenos externos sea en este momento un tanto lamentable. No queda otra alternativa para remover la tensión antes de que usted termine con una lesión permanente:

Caballo -¡sí, caballo!- seis dama. Jaque.

Gossage



Gossage:

Alfil cinco dama. Jaque mate.

Lamento que la competición haya sido demasiado difícil para usted, pero, si puede servirle de consuelo, le diré que, después de haber observado mi técnica, varios maestros locales de ajedrez han desistido de presentarme batalla. Si usted quiere una revancha, le sugiero que hagamos un intento con el scrabble, un juego en el que me intereso desde hace poco y que, espero, no suscite tantas protestas.

Vardebedian



Vardebedian:

Torre ocho caballo. Jaque mate.

En vez de atormentarlo con nuevos detalles acerca de mi jaque mate, como creo que es esencialmente un hombre honrado (algún día, alguna forma de terapia me dará la razón), acepto muy complacido su invitación para el scrabble. Tenga listo su tablero. Ya que usted jugó blancas en ajedrez, y por lo tanto tuvo la ventaja del primer movimiento (de haber conocido sus limitaciones, le hubiera dado más satisfacciones), creo tener derecho al primer movimiento. Las siete letras que acabo de descubrir son O, A, E, J, N, R y Z (una mezcla sin futuro que debe garantizar, hasta al más suspicaz, la integridad de mi elección). Sin embargo, afortunadamente, un extenso vocabulario, unido a una cierta afición por lo esotérico, me han permitido poner un orden etimológico a lo que, a una persona menos culta, hubiera parecido un absurdo. Mi primera palabra es “ZANJERO”. Búsquela en el diccionario. Ahora colóquela, horizontalmente, con la E en el cuadro del centro. Cuente con cuidado, sin olvidar la doble puntuación por ser el primer movimiento y del bono de cincuenta puntos que me corresponde por el uso de las siete letras. El marcador ahora está 116 a 0.

Su turno.

Gossage

miércoles, 25 de marzo de 2009

Catarsis

Ayer se cumplieron 33 años del golpe de Estado. Pasaron más de tres décadas de la “legalización” del horror en la Argentina. Digo “legalización” porque en varios lugares, como Tucumán, por ejemplo, el genocidio comenzó mucho tiempo atrás. No nos olvidemos del Operativo Independencia, que fue la antesala de la barbarie en la provincia. Pasaron muchos años hasta que se decretó que el 24 de marzo es el día de la Memoria. Está bien que se recuerde esa fecha, para que nunca más vuelvan a suceder este tipo de situaciones. Sin embargo (sí, siempre hay un sin embargo), cada vez son más los jóvenes que desconocen lo que sucedió en nuestro país. Es muy triste ver a jóvenes de 16 años en adelante, por lo menos, que no sepan lo que pasó en la Argentina. Pero también es importante ver que existen otros jóvenes que quieren saber la verdad y que no se resignan a que les tapen la memoria con una “diva” de la televisión pidiendo que vuelva la colimba.
Este 24 participé de la movilización en la plaza independencia.
Fue triste ver que había dos marchas: por un lado, los organismos de derechos humanos, junto a “gente común” (así le dicen al que no está inserto en ninguna estructura u organización); por otro lado, los partidos de izquierda: PCR, PO, PTS, y todas las “chapas” que tienen cada uno (como si utilizar las 5 versiones de cada agrupamiento les significara masividad).
Participé de la marcha de los organismos, porque siempre lo hice, y siempre lo haré. Reconozco que, en un momento le dije a una amiga, contento, que nosotros (sí los organismos), éramos más que los demás. Mariana me hizo ver mi error: “es tristísimo que veas las cosas de esa manera”; tiene razón. Lamentablemente el 24 de marzo de 2009 se convirtió en una compulsa de quién llevaba más gente, en vez de ser una actividad unitaria en contra del genocidio que asoló a la Argentina. Y no sólo Mariana me hizo ver mi error de concepto; por la mañana marcharon más de 1.000 personas reivindicando el Operativo Independencia. Y volvemos a caer en las verdades de perogrullo: “la derecha se une, nosotros, no”.
En las cuatro cuadras que significaron esa vuelta a la plaza, pude sentir que este no fue un 24 más. Antes me parecían todos iguales, pero ahora tenemos a un Bussi condenado a perpetua por genocida. Sí, hay que reconocer que está en un conuntry pero, por lo menos, debe saber que, por lo menos hasta que se mueran, de muerte “natural”, no dejaremos de reclamar que paguen por lo que hicieron. Pero que haya un juicio, que es lo que nuestros viejos no tuvieron porque el único juez era un revólver, o una picana, o una ametralladora.
En las cuatro cuadras de esa plaza, mientras veía los rostros de los “desaparecidos” (entre los que estaba el de mi viejo), sentí que estaban con nosotros. No lo digo en un sentido poético, sino en su sentido literal.
Lamento que la plaza haya estado dividida, por pequeñeces, por rencillas entre agrupaciones y partidos a los que no les interesan los derechos humanos. En las reuniones de organización pusieron los mil y un pretextos para que nos dividiéramos. Primero con que la consigna no era clara (se escucharon las consignas propuestas por ellos y, de 17, sólo 1 mencionaba a la dictadura militar). Luego con que, “si ellos van, nosotros no vamos”. En fin, una falta de respeto a los sobrevivientes y a las víctimas que lucharon por un país distinto, que tenían sus diferencias, pero que las dejaban de lado a la hora de realizar tareas conjuntas.
Hace más de 30 años que se realizan marchas en Tucumán y siempre se priorizó la unidad por sobre las diferencias. Peero hay cosas que nunca van a cambiar en este tipo de organizaciones: el sectarismo y las ganas de llevar agua para su propio molino. Nunca se pusieron a pensar, los del PO, por ejemplo, que estaban marchando junto a los que apoyan a la Sociedad Rural; que apoyaron a Menem, a Rico, a Seineildín, a López Rega, entre otras cosas que están en su prontuario. Entonces: ¿de qué unidad hablan? Lo mismo les cabe a todos los demás grupúsculos que eligen sus intereses partidarios por sobre otras cosas. Si hay alguien que pertenezca a alguna de estas organizaciones y que esté leyendo este texto, sepan que el 24 de marzo es una fecha que, históricamente, lo realizaron y lo realizarán los organismos de derechos humanos.
Por eso, este 24, más allá de las divisiones, hice catarsis. Cada vez que cantaba una consigna, miraba a los “desaparecidos” y a mi viejo. Cada vez que gritaba una consiga, puteaba contra los milicos, pero también contra los sectarios de siempre.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Si no gano, corto una ruta

Es de público conocimiento el conflicto entre el Gobierno y el “campo”. Que las retenciones los afectan, ya que cayó el precio internacional de la soja en el mercado de cereales, que hubo un aumento en el precio de los insumos, etc. En estos días la oposición al Gobierno nacional va a presentar un proyecto para que se trate el tema de las retenciones. En realidad el proyecto nunca habla de retenciones cero, para el caso de la soja, sino una baja hasta el 25% en lo que concierne a las exportaciones de la oleaginosa. Sin embargo, resulta paradójico que los ruralistas, que plantean retenciones cero, apoyen a la oposición que en ningún momento plantea “retenciones cero”. Entonces ¿qué pasa?. ¿No es que la oposición defiende los intereses del campo?. Es muy llamativa esta situación.
No estoy de acuerdo en no dar quórum para tratar el planteo de la oposición; me parece que, siempre y cuando sea una propuesta, debe ser tratada y, si es desestimada, que se la respete. Sin embargo los sojeros dicen que si pierden cortarán las rutas. Entonces: ¿quién es el intolerante?; ¿quién el antidemocrático?.
Otra cosa. Los productores dicen que están en crisis; ahora yo quisiera saber si una persona que está en crisis, ¿puede llegar a aguantar un año (sí...un año) sin comercializar lo que tiene guardado?. En fin, son sólo preguntas que se me vienen a la cabeza, mientras trato de comprender la situación y la verdad del conflicto.
Por otra parte; ¿por qué nadie dice una sola palabra del daño que le hace la soja al suelo?. ¿Por qué nadie dice nada del glifosato que utilizan, o de la tala indiscriminada que hacen, por lo menos en el monte santiagueño (yo lo ví)?. Nadie. Ni el Gobierno, ni el campo.
Una cosa es cierta: la pelea, en realidad es entre distintos intereses económicos. Por un lado un proyecto gubernamental de aplicar retenciones a la soja y a otros productos. Es criticable la actitud del Gobierno. Sin embargo, luego de la fallida resolución 125, el Gobierno asumió la derrota en el Senado y mantuvo el mismo nivel que había antes del inicio del conflicto. Entonces, ¿quién es el antidemocrático: el que respeta una decisión del Senado o el que, luego de haber obtenido lo que quería, sigue cortando rutas para desabastecer a las familias argentinas?. En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que la sociedad está dividida entre dos sectores: por un lado el Gobierno, que respeta la decisión de la mayoría; y por otro, el de los sectores golpistas que, si no ganan, cortan rutas.
No olvidemos a aquellos que reivindican la lucha de los compañeros desaparecidos pero, lamentablemente, a la hora de elegir sus aliados se van con la Sociedad Rural. Hay que nombrarlos: PCR (o sea, aquellos que apoyaron a Isabel Perón y a López Rega), los “democráticos” que apoyaron a Rico (lamentablemente el PJ lo tiene adentro) y a Seineldín; o que apoyaron a Menem. Y también está el MST, que no tienen ningún prurito en marchar junto a estos oligarcas y después pretenden reivindicar a los desaparecidos.
Hay un famoso dicho: “los amigos de mis enemigos, son mis enemigos”. En este caso, los amigos de los enemigos del pueblo, son los enemigos del pueblo. Lamento si a alguno no le gustan estas palabras, pero estamos en un país libre y puedo expesarme... por ahora.

sábado, 14 de marzo de 2009

Sinsentidos

Resulta complicado darle la bola que se merece a un blog. Confieso que no soy un adicto a este tipo de cosas. Una vez leí el diario de Anna Frank y, la verdad, está bueno tener un diario personal, pero las pocas ganas que me dan de escribir me matan. Es muy difícil llenar un espacio sólo por cumplir. Para mí, los estados de ánimo juegan un papel muy importante a la hora de transmitir las sensaciones que atraviesan mi cabeza. Hubo una vez en que los espacios estaban, digámoslo así, llenos. Sin embargo, cada una de esas maravillosas personas raras veces podían sentarse a la cabecera de una mesa servida. La típica imagen de la familia unida, con un papá, una mamá, uno o dos hermanos y un perro, llega a ser tentadora.
En la historia de nuestro país, hubo una generación que buscó ese ideal, considerado burgués. Pero buscaron socializar los espacios, inventar los sentimientos. No los dejaron, o mejor dicho, no pudieron. Aún hoy, existen ciertos dinosaurios retrógradas que lo único que hacen es mirar el futuro con la nuca.
La semana pasada, mientras se desarrollaba una asamblea, me di cuenta de que la tecnología y el pasado (¿el pasado?) van de la mano: mientras uno de los dinosaurios hablaba al resto de la manada, se oyó un ringtone (así se llama ahora). Sé que es natural escuchar ringtones en toos lados, hasta en una biblioteca; pero este tenía una música particular, que me recordaron a las formaciones en la escuela, mientras se izaba o se arriaba la bandera; me recordaba al “si quieren venir que vengan”; me recordó acierto ex intendente de la localidad bonaerense de San Miguel; me recordó a un llorón sentado en el banquillo de acusados.
Pero un ringtone puede significar muchas cosas: una llamada del ser amado, una invitación a un asado, una llamada equivocada. Pero la música de ese teléfono definió una sola cosa para mí: están entre nosotros.

sábado, 7 de marzo de 2009

Piedra Libre

Algunas veces los recuerdos juegan a las escondidas con nosotros. También, en algunas ocasiones, las más, uno se cansa de ese juego sin sentido y deja de buscar, y la piedra será libre por siempre.
La década del 70 auguraba su apogeo, sin embargo era imposible vislumbrar el alba. Los parlantes de las radios escondían las voces de los cantores de ocasión, cortadas por alguna marcha militar. Uno no entendía lo que decían esas voces, como tampoco llegaba a comprender, con seis años, la rutina de romper con tanta monotonía.
Fueron tantos los golpes que tuvimos que soportar. La “desaparición” de mi padre (aún no sabía qué significaba un “desaparecido”); mi madre jugando a las escondidas porque, como decía Benedetti: “si te descubrían te mataban”; mis abuelos jugando a “La vida es bella”; y las típicas peleas con mi hermano. Cualquiera podrá entender que es normal que los hermanos, cuando aún no alcanzaron los diez años, se peleen. Pero, en nuestro caso, las discusiones nos distanciaron, y nos llevaron a un juego de escondidas que duró más de una década.
Aún no terminaban los 80 y mi familia sufrió otro golpe. El abuelo, desde la cama del viejo sanatorio de ADOS, se despedía de nosotros y de su España natal. Años más tarde, Rosa haría lo mismo. La muerte de Pablo, separó a la familia, o lo que quedaba de ella. Con el comienzo del siglo XXI Graciela, desde la cama de otro hospital, culminaría la búsqueda de justicia... y de Maurice.
Los hermanos nos seguimos escondiendo detrás de la tosudez, de la estupidez, y de tantos otros adjetivos que no me vienen a los dedos. Derrotas tras derrotas; la vida de una familia llega a parecerse a la historia de un país.
Anoche, un catalán gritó piedra libre. En poco más de dos horas, transcurrieron veintinueve años. Es increíble pero, gracias a una guitarrita y a un pianito, pasó la historia de una familia. Anoche, entre las corcheas, las fusas, las semifusas, pude sentir la presencia de Pablo, de Rosa, de Graciela, de Maurice, de mis hermanos, y pude sentir mi presencia.