viernes, 24 de abril de 2009

Recuerdos

Esta es una sección homenaje a la vieja y querida revista Humor, una de las publicaciones más interesantes que ví. La revista Barcelona actualmente quiere parecerse a ella. Había una sección que se llamaba Los Insufribles. Es por esto que vamos a intentar hacer algo parecido, pero un poco actualizado, espero que agreguen más ustedes, queridos lectores.

1. Los que suben al colectivo y se fijan si el boleto es capicúa.
2. Los que, una vez fiscalizado que el boleto, desgraciadamente no es capicúa, comienzan a hacer cuentas, sumas y restas para obtener alguna inicial y determinar el nombre del amor de sus vidas.
3. Los que, una vez que siguieron los dos pasos anteriores se ponen a leer el mensaje que tiene el boleto al dorso.
4. Los que, además de todos los anteriores pasos, anotan esas frases.
5. Los que, al recibir un mensaje de texto al celular que dice, por ejemplo "Estoy yendo a verte", te responden "Bueno".
6. Los que intentan escuchar un CD al revés, con la intención de escuchar mensajes satánicos.
7. Los, ahora llamados floggers, que no saben que el primer personaje que utilizó ese peinado fue Francisco Narciso Laprida.
8. Los que saltan de alegría cuando descubren las coincidencias de su signo del zodíaco.
9. Los políticos que, en épocas de elecciones andan besando a todo el mundo.
10. Los que, escudándose en una falta de dindero, llevan a la esposa, al hijo, al perro y al loro, en el tanque de la moto.
11. Los que usan el casco para no romperse el codo.
12. Los motociclistas.
13. Los periodistas de Canal 10 que, ahora, opinan sobre cada noticia que informan.
14. Canal 10.
15. Los hinchas de San Martín que dicen que quieren que Atlético suba a la A
16. Los hinchas de Atlético que quieren que San Martín no descienda.
17. Los que celebran el triunfo de Pigu Romero en el golf, como si después los invitará a un asado.
18. Los "biólogos" que saben la vida y obra del Aedes Aegypti.
19. El Aedes Aegypti.
20. Los repelentes caseros, como la borra del café, el jugo del limón o la bosta del gallo a las tres de la mañana.
21. Los católicos, amantes de la vida, que ahora piden la pena de muerte.
22. Los que ya vieron 17 veces un capìtulo de Los Simpsons y encima, preparan los pochoclos para una décimo octava vez.
23. Los que intentan fumarse un ceibal, pensando que tiene efectos alucinógenos.

sábado, 18 de abril de 2009

Basta de Alfonsín

Hoy, mientras leía La Gaceta, en la página 2 salió una foto de la convención radical. Al costado de donde se encontraban los dirigentes de la UCR había una bandera que decía: "Somos el juicio a las Juntas". Es evidente que me vinieron a la cabeza muchos recuerdos de esos momentos. Porque, convengamos, ¿no están cansados de que sigan rompiendo las bolas con Alfonsín?. Que "el padre de la democracia", "que el político honesto" y toda una cantidad impresionante de boludeces.
Sin embargo parece que a estos muchachos radicales se les olvidó hacer otra bandera donde diga, por ejemplo, que también son el Punto Final y la Obediencia Debida. Otro cartelito podría decir, "Somos los pollos de Mazzorín", o "somos la hiperinflación". En fín, son varias las cosas que se podrían poner en esa convención, que no sé si conviene hacerlo.
Por favor, BASTA DE ALFONSIN, ya se murió, kaput, está tocando el arpa, o lo que sea. Seguramente, en el cielo no debe estar porque, como todo hincha de Independiente, debe estar en el infierno...si es que existe. Como si esto fuera poco, la otra vez salió la hebe de bonafini a criticarlo al Alfonso. Y resulta que no se lo puede criticar...por favor!...en un par de años pongamos su cara en un bono de diez pesos (falta poco para uelvan las cuasimonedas) y dejemos de joder...
Para colmo ahora salen todos los agentes residuales de los ochenta, los noventa y los primeros años de este siglo. Sino fíjense: Atanasoff, Cavallo, Duhalde, Bullrich, etc. Son los mismos que hundieron a la Argentina que, ahora, se hacen, todos, los defensores de la legalidad y otra sarta de pelotudeces. Obviamente que el gobierno no queda excento de esto, ya que el pingüino es hijo dilecto del cabezón.
Bueno, tenía que escribir esto, porque me quería sacar la bronca con tantas sandeces.
Por último, ayer pasé por el parque y vi unos árboles que se ubican a lo largo de la Benjamín Aráoz (la avenida de la facultad de filo)...se llaman, según una amiga, ceibales...por favor, no intenten fumarse alguna de esas vainas porque te dejan una sensación medio a mierda en la boca...se los digo por experiencia, sino, que mente ridícula me contradiga....

domingo, 12 de abril de 2009

El ciclo de la vida

No recuerdo cuántos años pasaron ya, sólo que el orgullo de ser tu creador hace que te valore cada día más.
Sinceramente no entiendo a esa gente que te persigue, como si fueras un delincuente. habría que denunciarlas ante el Inadi, por discriminación. En este país, la discriminación va de la mano de la intolerancia. Cada vez que alguien reconoce ser un tu seguidor, las voces de los "lores" de la sociedad están para atacarte.
Recuerdo cuando te encontré. Pensé que no ibas a resistir. Estabas muy deteriorada, el maltrato y el abandono de tus antiguos dueños llevó a que se te notaran los signos de la desnutrición; qué flaca eras. Pasaron apenas siete días y con amor y cuidados intensivos logré que fueras sanando.
Un "amigo" me dijo que te deje, que no valía la pena, que ya eras cadáver. Menos mal que no le hice caso, ahora debe estar mordiéndose sus palabras. ¿ Será posible que cuando alguien está en un estado calamitoso, hasta los defensores de la vida miran para otro lado?.
Muchas cosas vivimos desde que comenzaste a revivir. me siento como el Mesías y vos cual Lázaro que vuelve de la muerte. Quisiera contarte que, ahora que estás grande y después de todo lo que hice, corresponde que hagas algo por mí.
Así que espero que no te moleste el verme con estas tijeras. Es que no puedo contenerme, es algo mucho más fuerte que yo. Lo siento, no me mires así, al fin y al cabo ¡soy yo el que te devolvió la vida!. Entregame sólo una parte, una parte nada más.
Fue en ese momento que saqué un papel de entre mis cosas y comencé a envolver lo que quedaba de ella. Lo hice con mucho tacto, no había que dejar huellas, nada debía caer al suelo, de lo contrario las consecuencias serían peores, ya que el recuerdo de lo que fue y no volverá a ser me atormentará aún más.
Una vez logrado mi objetivo, como por arte de magia, apareció un encendedor de entre mis manos. Le prendí fuego y comencé a fumarla. Llegado el casi final, armé una tuquera y la terminé de matar. Juro que nada quedó de ella y admito que nada será igual.
A la semana siguiente conseguí otra semilla, que descansa en el fondo de mi casa y, otra vez, el ciclo de la vida volverá a repetirse.

jueves, 9 de abril de 2009

Próceres

Esta es la historia de unos personajes considerados divos o divas de la farándula argentina. En primer lugar la encontramos a Moria "nunca un pete militar" Casán: la susodicha es una mujer (¿es una mujer?) que, además de no ser ese su verdadero apellido, reivindica a los milicos. Se vé que, luego de chuparle la pija a los milicos, ahora que no existe el servicio militar, está un poco apesadumbrada y se dedica a hablar pelotudeces por cuanta cámara de televisión tenga al frente.
Susana "dinosaurio vivo" Giménez: otra, que porque lo mataron al florista que le vendía las amapollas para seguir diva-gando por cuanto medio de "comunicación" se le presente.
Marcelo "afana tierras" Tinelli: lo único que sabe hacer, para no morir es mostrar unos cuantos culos y unas cuantas tetas. Sé que está bueno ver a un par de gatitos bailando por un caño (yo primero me fumo un caño y después me pongo a bailar), pero no olvidemos que este personaje saltó a la fama gracias a su amigo Carlos Saúl M...(hay que tocarse un huevo antes de nombrarlo).
Y por casa cómo andamos?...
Mercedes "ganá algo en tenis y dejá de robar cámara" Paz: no entiendo cómo puede ser que esta fracasada, que lo único que tiene es guita, sea reconocida por las tenistas.
Juan "sí José" Manzur: este sí que es un caso paradigmático. Nunca se lo escucha decir nada, sin antes consultar con el dueño de Tucumán. Como no quiero plagiar a nadie, los invito a leer el excelente post de mi amigo chukulo sobre este personaje.
Bueno, luego de escribir la boludez del día, quisiera preguntar cuándo vamos a poner muros en los country de la bombilla, el sifón, el triángulo, etc?...no es que quiera copiar al intendente de san isidro, pero estaría cool saber que ahora, esos abrrios pasarían a llamarse: The Bombilla's, the Sifon (se pronuncia de saifon), o the triangle...lo dejo para el análisis...

domingo, 5 de abril de 2009

El dengue y la cannabis

Anoche fui con mis dos queridas amigas, mariana y gaby, a una fiesta en la zona del Abasto y, la verdad, que estuvo buena la joda. Me tocó ser moledor (no demoledor) de una piedrita. En ese momento de delirios y cuelgues, me vino a la cabeza el tema este del dengue. Es un embole de la gran puta que venga un mosquito de mierda, te pique y encima, que te cagués muriendo. Mientras picaba esa piedrita, se me pasó por la cabeza un delirio. Vieron que la prensa utiliza mucho el término "picadura de marihuana"?. Pues bien, la pregunta es la siguiente: cómo será que venga una cannabis y te pique?. Será jodido?. Deliremos un poco.
Si un bicho de mierda te pica, según la prensa también, te salen unas ronchas (como debe ser) y es posible que tengas dengue. En cambio, cómo serían las ronchas y/o manchas ante la picadura de una cannabis?. Otra. Si un mosquito de esos, los aede aegipty (así se escribe?), te pica por segunda vez, te puede agarrar un dengue hemorrágico y te cagás muriendo. Lo que digo no es un delirio. Unas mujeres chaqueñas, de estar afinando el arpa, ahora lo están acompañando a Alfonsín. Ahora, si te pica una cannabis, te ponés de fiesta y, si te pica otra cannabis, la fiesta es mayor. Si te pica un dengue, no sabés si tenés gripe y, para colmo, ni con una aspirina se te pasa. Si te pica una cannabis, el diagnóstico sería el siguiente: no hay gripe.
Bueno, me dejo de delirar un poco ya que estoy medio cansado de boludear.
Una voz (será la voz del interior?) me dice que el viernes también estuve en una joda pero, la voz me dejó de joder cuando le pregunté, con mi mejor cara de boludo: ¿QUÉ FIESTA?. Porque hay que reconocerlo, ( tengo testigos), lo màs divertido que pasó el viernes,fue ver un frasquito de OFF en aerosol, por temor al dengue, me imagino. Pues bien, parece que los que estaban allí, salvo dignísimas excepciones, fueron enviados desde el chaco, o me equivoco?.

viernes, 3 de abril de 2009

Reflexiones sin demagogia

Quiero rescatar este texto escrito por Osvaldo Bayer, uno de los escritoresa quien más respeto; salió publicado en Página 12

Tengo 82 años y nací justo tres semanas antes que Alfonsín. Es decir que viví todos los mismos tiempos históricos. La Década Infame durante la niñez, el golpe del ‘43 a los 15 años y el primer peronismo a los 18. Y todo lo demás. Las tristes realidades argentinas pero siempre las esperanzas al comenzar de nuevo.
¿Qué pienso de Alfonsín? Empecemos por el lado bueno. Es uno de los pocos presidentes a los que no se le puede reprochar ningún negociado ni enriquecimiento en provecho propio. Eso ya es algo, en la Argentina.
En lo demás tal vez sea muy duro, pero es que viví parte de mi vida en Alemania, principalmente en la posguerra, y tal vez esperé de Alfonsín –después de la dictadura de la desaparición– una política parecida a la del posnazismo en Alemania, donde el pueblo alemán demostró haber aprendido, por fin, la lección para siempre. Nunca más ni el militarismo ni las guerras ni el racismo ni el totalitarismo.
Cuando regresé de mi exilio pensé que la Argentina iba a iniciar el mismo camino de autocrítica, luego de la larga cadena de dictaduras militares y del haber sido escenario de la “Muerte argentina”, como se conoce en el exterior al sistema de la desaparición de personas, la tortura bestial de los prisioneros, su muerte final –como el ser arrojado con vida desde aviones al río– y el robo de sus niños.
No, no fue así. Empezó el tire y afloje. Mi primera decepción fue cuando Alfonsín y su partido no propugnaron la comisión bicameral investigadora de los crímenes militares –como tendría que haber sido– sino que cargó esa responsabilidad en una “comisión de notables” elegidos a dedo. Algunos de los cuales habían sido colaboracionistas de los dictadores o, por lo menos, sonrientes concurrentes a audiencias de los verdugos. Bien, sí, algo hizo la llamada Conadep porque por lo menos se recogieron acusaciones. Pero no se cumplió con la investigación a fondo que podría haber tenido –por su responsabilidad– una comisión bicameral. Para luego pasar al juzgamiento de los responsables mayores.
Se hizo entonces el juicio a los comandantes, pero limitado a eso, a los responsables pero no a los centenares de ejecutores. Y esos responsables fueron a parar a “countries” cercanos a un penal militar, entre jardines y con la visita diaria de sus familias. Luego, el levantamiento de carapintadas y el presidente que va en helicóptero al cuartel a “parlamentar” con los que volvían a levantarse con sus armas contra el poder elegido por el pueblo. En vez de resistir con el pueblo, no, fue a parlamentar. De ahí salieron las humillantes palabras para todos los que estábamos en Plaza de Mayo dispuestos a defender la democracia hasta sus últimas instancias, que quedarán para la historia de las renuncias argentinas: “La casa está en orden”, “Felices Pascuas”. Y de inmediato las leyes que avergonzarán para siempre al Congreso Nacional, de obediencia debida y punto final. Votadas por los representantes de la Unión Cívica Radical.
En otras palabras: libertad incondicional para todos los uniformados de la picana eléctrica y la desaparición. La democracia se había puesto de rodillas ante los criminales desaparecedores. Eso fue imperdonable. Como lo fue también un hecho de ese gobierno: el mantenimiento en la cárcel hasta cumplir con sus condenas de los presos políticos que habían sido condenados por los jueces de la dictadura. Yo los visité hasta bien entrado el año ’88. Fui, me acuerdo, con la actriz noruega Liv Ullmann a Devoto. Allí estaban, eran cuatro. Y nos juraron su inocencia y nos relataron las torturas bestiales a que habían sido sometidos por esos “jueces” de la dictadura a los que el gobierno de Alfonsín no dejó cesantes como tendría que haber hecho. Y el otro acto que nos llenó de tristeza y pesimismo fue la brutal represión ordenada por el gobierno radical contra los invasores de La Tablada. En vez de seguir el consejo del jefe de policía de aquel entonces, de sitiar el cuartel y rendirlos por hambre, envió nada menos que al peor represor que había actuado en Mar del Plata, autor de la trágica Noche de las Corbatas, que llevó a la desaparición de todos los abogados de derechos humanos de esa ciudad. Ese señor general invadió el cuartel de La Tablada con bombas de napalm, gases y fuego cruzado de ametralladoras. La masacre fue evidente: murieron soldados que se hallaban en el cuartel, guerrilleros y hasta se dieron el lujo los militares de haber hecho “desaparecer” a unos cuantos de los jóvenes invasores. La comisión de derechos humanos de la OEA criticaría después abiertamente al gobierno de Alfonsín por ese ataque y por haber sido los acusados mal juzgados, sin los resguardos pertinentes. Y, para no extenderme, el final. El haber abandonado el gobierno cinco meses antes de terminar su mandato, para dejarle el “muerto” económico a Menem. Ningún estadista elegido por el pueblo debe hacer una cosa así. Tiene el deber de demostrar su sentido de la responsabilidad hasta último momento. Por algo el pueblo, después de Alfonsín, cambió de rumbo y volvió a votar al peronismo. Y tuvimos que aguantar diez años a Menem y su saqueo por el Pacto de Olivos, un arreglo de comité que acentuó el personalismo en nuestro país.
No logramos, después de la dictadura de la desaparición, la democracia que deberíamos haber implantado tras las trágicas enseñanzas de nuestro país tan humillado. Escribo esto para llamar a la realidad y no mentirnos en un falso “respeto por los muertos”. Debemos pensar también en los otros muertos, en aquellos que dieron su vida por más justicia en una democracia. Pensar que, desde aquel diciembre de 1983, no hemos cumplido con el principal mandato de una auténtica democracia: un país sin niños con hambre, un país sin villas miseria, un país sin desocupados.

jueves, 2 de abril de 2009

Un estudio antropológico

Para romper un poco con la rutina, publico este texto, basado en un estudio antropológico.
Claude Lévi-Straussm cuyo apellido nada tiene que ver con alguna marca de pantalones de jeans, es un antropólogo francés que aportó mucho para el estudio de la culturay de las comunidades.
Una de las enseñanzas que aporta la antropología, para realizar un estudio de campo, sobre alguna comunidad determinada (puede ser una tribu aborígen o una tribu urbana) es que debe, el investigador, tomar contacto con el objeto de estudio, al menos 2 años.
Pues bien, en 1958 un científico argentino, Alberto Rex González (estudió sobre los aborígenes en el NOA), quiso demostrar la veracidad de esa momento, hipótesis. Viajó a una tribu de caníbales, en el Africa y permaneció un poco más de dos años. Al comienzo tuvo innumerables problemas para comunicarse con los primitivos habitantes del lugar, debido a que ambas partes desconocían el idioma del otro. Más allá de las dificultades, el científico anotaba en un cuaderno todo lo que acontecía en esa tribu. Fue un milagro, hay que decirlo, que los habitantes de ese lugar no lo hayan utilizado como aperitivo para un almuerzo o una cena. Pues bien, pasaron seis meses y el investigador no obtenía los resultados que pretendía. Sin embargo, seguía firme en su tesitura de que debían pasar dos años para poder ver algunos avances en el estudio.
Un año después de llegado al continente negro, el único adelanto que pudo percibir, fue que los caníbales no lo miraban como un extraño, aunque solamente le sonreían, como una señal de saludo. Rex González, amante del tango, dudaba de esas sonrisas, ya que no cabía el significado de las mismas. Todas las conjeturas que se podrían hacer, quedaban de lado.
Finalmente pasaron los dos años y, totalmente desilusionado, preparó sus cosas y se dispuso a volver a la civilización, a su querido país, a escuchar un buen tango, mientras toma unos mates.
Pero, como en las pelìculas, pasó lo impensado: uno de los aborígenes se le acercó y, en un perfecto español, lo invitó a acompañarlo a un lugar separado del centro urbano. González, sin salir de su asombro, lo siguió por un sendero rodeado de grandes árboles, y asediado por los mosquitos, hasta que llegó a un solar. Si, el escuchar el español del caníbal lo sorprendió, lo que vió al final de ese sendero, terminó por impactarlo. Un anfiteatro, similar al utilizado en las principales ciudades del mundo, se erigía en el medio de ese lugar. González sacó su anotador y´, maravillado, comenzó a describir lo que veían sus ojos.
Em el medio del anfiteatro estaba sentado un negro, con un bandoneón entre sus piernas, mientras, quizá en honor al argentino que se iba de allí, tocaba el tango Volver. Y fué aquí donde surgió un diálogo, que está en uno de sus grandes obras científicas "Recuerdos del Africa: la importancia del trabajo de campo en la antropología". El diálogo fue el siguiente:
"-¿Qué es este lugar?- dijo el científico
-...- fue la respuesta
-¿Por qué nunca me dijeron que hablaban el español?
-¡¡¡¡Shhhhh!!!!-
-¡Necesito respuestas, por favor!
-Cuando termine la función- le contestó un aborígen
-Pero, por favor, quién está tocando ese bandoneón?- atinó a preguntar
y la respuesta no se hizo esperar: Es Kanibal Troilo"

Esa es la historia del gran investigador Alberto Rex González, espero que les haga reflexionar, mis estimados lectores, sobre la importancia de la antropología.